“Chile está en buen camino, pero debe invertir más en I+D”

En una economía mundial globalizada y altamente competitiva, Suiza sólo puede afirmar su posición si ofrece productos donde lo decisivo no sea el precio. Y ese camino lo ha transformado en uno de los países más innovadores del mundo destacando en los más diversos rankings internacionales.

Y parte de su receta innovadora está directamente relacionado a un potente sistema público de educación y de investigación, una economía fuerte basada en investigación y desarrollo (I+D) y una estrecha colaboración entre la empresa privada y las universidades.

Para conocer más sobre la cultura helvética, Innovacion.cl conversó con Yvonne Baumann, embajadora de Suiza en Chile, quien revela algunas claves del desarrollo del país y los factores de supervivencia de la economía suiza. Respecto a la realidad chilena, se da tiempo para valorar las actividades del “Año de la Innovación” y entrega algunos consejos para ser más innovadores.

- ¿Qué factores llevan a Suiza a posicionarse como líderes en innovación?

Los más importantes factores de éxito son un excelente sistema público de educación y de investigación, una economía fuerte con alta inversión privada en investigación y desarrollo (I+D) y una estrecha colaboración entre la empresa privada y los institutos públicos de investigación de universidades y escuelas de formación técnica superior especializada. Otro factor importante es la mano de obra altamente calificada.

- ¿Y cuál es el motor de su desarrollo económico?

Aparte del agua, Suiza prácticamente no posee materias primas: ni cobre, ni carbón, ni petróleo. Tampoco cuenta con mucho suelo apto para la agricultura. Para superar la pobreza el país tuvo que industrializarse. Eso sólo fue posible mediante considerables inversiones en el único recurso que tenemos: nuestra gente y mano de obra.

La formación profesional, la investigación y la innovación son los factores estratégicos más relevantes para nuestra competitividad. En otras palabras, la innovación permanente es fundamental para la supervivencia de la economía suiza. Es el motor de nuestro crecimiento económico y de nuestra prosperidad.

- ¿Y cómo se puede traducir los esfuerzos invertidos en innovación en resultados económicos?

Los principales actores del sistema de innovación suizo son las empresas privadas. Ellas financian alrededor del 70% de los gastos de I+D. Colaboran en forma estrecha con las universidades y las escuelas de formación técnica superior. De ese modo, en la investigación aplicada, se garantiza que los proyectos orientados a la práctica conduzcan a resultados que puedan ser vendidos como productos innovadores en el mercado.

La división de roles y colaboración entre las instituciones públicas dedicadas a la investigación y las empresas, entre el Estado y la economía privada, constituye un importante factor de éxito. Porque la innovación sólo puede dar resultado si se desarrollan nuevas ideas y ellas se traducen en nuevos productos, servicios o procesos que sean exitosos en el mercado.

- En ese escenario, temas como I+D, derechos de propiedad intelectual y la transferencia tecnológica resultan esenciales…

Estos temas son centrales para el éxito. Suiza gasta el 3% de su producto interno bruto al año en I+D, en tanto que el promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) se sitúa en un 2,4%. En el ámbito de la inscripción de patentes internacionales se encuentra una de las mayores fortalezas de Suiza. La innovación se comprueba, entre otras cosas, en la inscripción de derechos de autoría, como patentes, derechos de marcas y diseños y, en esa área, Suiza está muy bien posicionada.

Mediante una eficiente transferencia tecnológica y de conocimientos, las universidades suizas contribuyen de modo decisivo a posibilitar innovaciones exitosas que pueden ser comercializadas. Ellas disponen de instrumentos y de plataformas para el intercambio con los socios de la industria. De este modo, existen proyectos de I+D que son ejecutados en conjunto con empresas privadas, como también laboratorios y prestaciones de servicios compartidos.

- ¿Y cómo fomentan el espíritu emprendedor?

Suiza se concentra ante todo en crear buenas condiciones marco para las empresas privadas. La idea es que las empresas encuentren un ambiente atractivo para el desarrollo de sus actividades. Fundamental es un clima tributario favorable, contar con mano de obra calificada y una extensa infraestructura moderna. A ello se añaden un sistema educacional y un sistema de salud de calidad.

Además, existen algunos instrumentos para el fomento específico de un empresariado basado en la innovación. También las universidades y los institutos de investigación apoyan la fundación de firmas “spin-off”, que surgen de sus propias actividades de investigación. En paralelo, hay numerosas organizaciones o fundaciones privadas que propician un clima amigable para nuevas empresas innovadoras, en especial pequeñas y medianas empresas (pymes).

- ¿Cómo analiza a Chile respecto de su nivel de innovación?

Creo que Chile se encuentra en buen camino. Son impresionantes los muchos esfuerzos que se hacen con el fin de fomentar la investigación y el desarrollo (I+D) y, con ello, la innovación, como por ejemplo la nueva “Ley de Incentivo Tributario a la Investigación y el Desarrollo” y las actividades en el marco del “Año de la Innovación”, a través del cual el gobierno quiere iniciar también un cambio cultural. Asimismo, es preciso mencionar el programa “Start-up Chile”. Aparte de esto, será fundamental invertir aún más en la I+D y acercar más a universidades y empresas.

El “Año de la Innovación” nos parece una excelente idea y Suiza quiere contribuir a esta iniciativa, junto a socios chilenos. Por ello, en marzo, la Embajada de Suiza organiza, en conjunto con la Fundación Chile, la Cámara Chileno-Suiza de Comercio y otros socios un seminario internacional con expertos de Suiza y de Chile, con el título de “Pioneros en Innovación: Modelos exitosos en Suiza y Chile”.

Además, la Embajada tiene previsto llevar a cabo otras iniciativas relacionadas con el tema de la innovación durante el año, en el ámbito de las energías renovables, el transporte, el agua y la arquitectura, entre otros.

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