Medellín, un aliado para provocar transformaciones en innovación y emprendimiento

Columna de Mauricio Castillo. Medellín quiere ser la capital de innovación en Sudamérica al 2021. Pero no quieren dejar fuera al resto de los países: su objetivo es integrarnos.

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Vengo regresando de Medellín tras participar en el #VIIWorkshop denominado Educando para el Emprendimiento, cuyo lema utilizado fue “como un espacio para compartir una taza de café alrededor de ideas emprendedoras para América Latina”, organizado por la Red EmprendeSur, organismo que tiene por objetivo nuclear a docentes, investigadores, académicos, profesionales y emprendedores interesados en la promoción del Emprendimiento y la Innovación en toda América Latina.

Medellín se ha puesto como meta ser la capital de innovación en Sudamérica al 2021 y el plan que han desarrollado, seguramente los llevará a conseguir con creces sus objetivos. Pero no quieren dejar fuera al resto de los países: su objetivo es integrarnos. La competencia será entre regiones y no entre países (es su pensamiento), y es así que América Latina debe integrarse a esta mirada, en “Capacidad Emprendedora el Llanero Solitario no funciona”.

Para llevar a cabo este objetivo cuentan con un plan de desarrollo de ciudad compuesta por dos líneas, el desarrollo de Clúster, actualmente 6 industrias participando y el segundo la creación de RutaN que es la corporación de la innovación para la ciudad, el cual desarrolla diversos programas y proyectos y está dirigido a todos los sectores de la sociedad.

Esta última, trabaja mediante Landing Strategy (favorece a pequeñas y medianas empresas foráneas que deseen asentarse y comenzar operaciones desde la ciudad) donde  consideran 360 plazas para 60 compañías internacionales y les apoyan con una infraestructura física, económica y de gestión para apoyar la innovación de la región. No hay una restricción de nacionalidad para acceder, el compromiso requerido es moverse a Medellín para el desarrollo de su proyecto y desde allí salir a conquistar el mercado mundial.

Con esto, las capacidades quedan instaladas en la ciudad, pues no basta con que los conferencistas, consultores y expertos visiten en un evento pomposo sus conocimientos, sino que trabajan en la ciudad por periodos de 8 a 9 meses continuos para desarrollar una cultura desde la Educación Primaria. Esto último, viene impulsado además por la ley 1014 colombiana del año 2006, denominada “de fomento a la cultura del emprendimiento” que busca crear un vínculo del sistema educativo y sistema productivo nacional mediante la formación en competencias básicas, laborales, ciudadanas y empresariales a través de una cátedra transversal de emprendimiento. Es decir, se enseña de emprendimiento desde la primera etapa, sueño que muchos de los actores del emprendimiento en nuestro país, esperan algún día se pueda dar en nuestra sociedad.

En términos de investigación se presentaron resultados de once países del continente que hoy nos permiten conocer un poco más de esta temática, y visualizar los próximos pasos que debemos seguir para lograr maximizar los resultados de los programas en esta línea.

Fue toda una sorpresa descubrir Medellín. Cuando le comentaba a mi círculo cercano que viajaba a un congreso a este lugar, lo menos que me encontré fueron palabras de desaliento y algunos temores fueron surgiendo a partir de ello. Y no se habla de invenciones sino de lo que en nuestras latitudes por ignorancia hemos asimilado, la droga, los conflictos armados, la seguridad y cartel son los conceptos con las que se asocia por quienes no le conocen.

Este fue mi primer viaje a la ciudad y estoy seguro no será el último. Debo comentar con admiración todo lo equivocado que nos encontramos. En términos de su gente, es un pueblo maravilloso y en poco tiempo fueron desapareciendo los prejuicios y finalmente te vas encantando con esta ciudad. Medellín, como toda ciudad de Sudamérica no está ajeno al flagelo de la delincuencia y la droga, sin embargo al igual que en tu ciudad y la mía, hay sectores en los que esto sucede pero no por ello todo Medellín.

Cuando la conoces terminas enamorándote de Medellín. Pero de toda esta gran experiencia, se genera crecimiento científico e institucional, pero en mayor medida crecimiento social. De ese que nos hace olvidar los celos profesionales y darnos cuenta que somos una región y no un país aislado.

Y me vengo con una misión que es la que todos deberíamos incorporar: “Provocar las transformaciones”.  Desde mi vereda, esto significa que el conocimiento e investigación genere crecimiento económico para la sociedad. Y que ese tan esquivo resultado de la transferencia de la investigación hacia las empresas y el Estado pueda ser una realidad y no se quede en un trabajo de investigación.

La de ustedes es provocar esas transformaciones con sus sueños, sus energías e  inquietudes. Y en Medellín tenemos otro aliado.

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