Chile está muy rezagado en materia de protección a la propiedad intelectual (PI) cuestión que frena la innovación, así como la transferencia y difusión de la tecnología. Además, las entidades de investigación y los investigadores, que hacen estos desarrollos, ven limitadas sus posibilidades de recuperar o rentabilizar los recursos que se han invertido en I + D (Investigación y Desarrollo).