Las ideas como materia prima para la innovación

La realidad es a veces tan absorbente, que uno no puede darse el lujo de tomarse unos minutos para escribir pensamientos. En este caso la realidad es maravillosa, nació Atai nuestro primer hijo; con su llegada un montón de pensamientos sobre el futuro; un montón de pensamientos sobre el mundo que dejamos para las futuras generaciones. Pocos días después de su nacimiento tuve un interesantísimo proyecto de solución de problemas con una refinería de petróleo.

En esa primera mañana de proyecto surgieron muchas ideas y soluciones a problemas del día a día; el gran desafío para ellos, entender que las ideas como materia prima para la innovación oportuna, son sólo el principio de un desafiante viaje. Después del almuerzo volvimos al taller y comencé con la siguiente frase: “Innovar no es almacenar ideas. Tendemos a confundir la innovación con el tener ideas”. Sin dudas no tiene nada de malo “coleccionar ideas”, pero estas son solo un primer paso en el itinerario de viaje en el camino del disruptor, que puede llevar a la innovación.

Tener una plataforma de gestión de ideas es sin lugar a dudas la antesala para la generación de un ecosistema de la innovación. Sin una estructura organizacional con engranajes bien aceitados no tienen sentido siquiera, el proceso de ideación y capacitación de Coaches, ya que no llegaremos a un proceso de innovación efectivo.

No hay que despreciar nunca las ideas; no hay cosa con más potencial que las ideas como materia prima para la innovación oportuna.

Pero, primero que nada debemos definir bien cómo extraemos el potencial innovador de aquellas ideas, que son realmente una oportunidad de impactar con algo nuevo nuestros mercados u organizaciones.

CONCRETAR LAS IDEAS

No importa lo que hagamos, los modelos de innovación no tienen como objetivo ser depósitos de ideas, si no concretar las ideas con ánimo de crear nuevo valor. Y de ahí la importancia de una estructura bien aceitada.

El gran problema no se encuentra en la generación de ideas incrementales; los miedos y las dudas surgen cuando las ideas generadas son radicales o disruptivas. ¡Ahí quizás el que tiene la culpa soy yo! Quién me mandó capacitar coaches de innovación; quién me mandó proponer proyectos de innovación con resultados disruptivos a demanda.

La respuesta es casi obvia para mí; mis valores, mi integridad de ser humano y ciudadano del mundo; mi educación y ganas de afrontar constantemente nuevos desafíos; y desde hace dos meses, Atai que quiero un mundo mejor para él y sus futuros amiguitos.

Volvamos al taller y a lo que hicimos por la tarde. El resto del día de taller lo dedicamos a ver las posibilidades de mejorar y adaptar el modelo ya existente de gestión de proyectos para una efectiva y útil implementación de las soluciones de la mañana. Una de las bases para el acoplamiento de la innovación al sistema ya existente fue que las ideas disruptivas nos sacan de nuestra zona de confort y por eso el aplicarlas es un desafío a veces muy difícil de afrontar.

No importa en qué área sea, cuando las empresas empiezan a innovar se dan cuenta, que sus resultados están por debajo de sus expectativas, son menos creativos de lo que pensaban que eran, son poco disruptivos, son demasiado más de lo mismo.

Pero cuando comienzan a utilizar el pensamiento sistemático inventivo, y generan caos autorganizado les asusta el impacto que puede tener en todo lo referente a la zona de confort de cada uno de sus empleados. La segunda mañana, la dedicamos a innovación en procesos, basándonos en los resultados del día anterior. Esos engranajes y modelos acoplados para la gestión de proyectos de innovación y solución de problemas del día anterior fueron desmantelados sistemáticamente aprovechando los conocimientos adquiridos por el grupo.

El objetivo, colmar las expectativas que ellos tenían de ellos mismos, ver lo disruptivos que pueden ser cuando confían en una metodología para la generación de innovación como lo es la metodología PSI-Pensamiento Sistemático Inventivo y llegar a un proceso de validación de ideas e implementación eficaz.

Fuente: Daniel Goldman