Dr. Carlos Vío, subdirector del CARE Chile UC:

“Se debe institucionalizar la transferencia tecnológica en Chile”

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En el marco de la firma de la alianza estratégica entre el Centro de Envejecimiento y Regeneración CARE Chile UC (CARE) de la Universidad Católica y SQM, para la investigación de los alcances del potasio como elemento en la lucha contra la hipertensión, el médico investigador Carlos Vío, subdirector del CARE Chile UC, compartió con Innovación.cl algunos alcances sobre el estado de la transferencia tecnológica en el país y los desafíos de este trabajo.

Considerando que más de un 30% de la población de Chile y el mundo sufre de hipertensión arterial, fomentar investigaciones y generar transferencia tecnológica para hacerle frente resulta una necesidad vital. En este contexto la firma de la estratégica alianza entre el CARE Chile UC y la empresa SQM resulta un importante hito, no sólo para combatir este silencioso mal, sino que también para asentar un nuevo tipo de relación entre el sector privado y la academia en la generación de transferencia tecnológica.

El Dr. Carlos Vío cuenta a Innovación.cl que este acuerdo consiste en el apoyo por parte de SQM de US$ 1,5 millón para que su equipo desarrolle un proyecto de investigación de cuatro años, abocado a estudiar el mecanismo por el cual el potasio defiende al organismo de los problemas generados por el exceso de sodio y que derivan en enfermedades como la hipertensión y diabetes, entre otros. “Durante el primer año, esperamos traer a Chile a los más destacados investigadores del mundo en la materia, de manera de hacer de Santiago, la capital en el mundo en el estudio de esta patología”.

El investigador, que también fue vicerrector académico de la Universidad Católica, cuenta que aunque hace mucho tiempo se conoce que el potasio es beneficioso para la salud, aún no es claro en detalle cómo actúa dentro del organismo. Por eso la necesidad de validar de manera científica lo que se presume, de tal forma que la comunidad mire con otros ojos las bondades de este elemento químico dentro de las comidas. “Obtener este apoyo económico es muy importante para nosotros, porque es muy difícil conseguir este tipo de aportes del sector privado, en especial por la poderosa presencia de la industria farmacéutica, a la que no le interesa que uno le diga a la gente que agregando potasio en sus comidas, tendrá altas probabilidades que los hipertensos dejen de serlo”.

Explica el académico que esta alianza entre academia y empresa privada es un importante hito en materia de transferencia tecnológica porque rompe el esquema clásico en que se ha dado la histórica relación entre centros de investigación y sector empresarial. Piensa que el error más frecuente consiste en que los centros generadores de nuevos conocimientos se acercan a las empresas a pedirles dinero pensando en que después se va a generar una patente y un posterior nuevo negocio. “Ése es sólo un camino posible, pero la verdad es que hay nuevas e innovadoras formas de generar vínculos entre ambos sectores, cómo ésta, donde nosotros contactamos al gerente general de SQM, Patricio Contesse, al que le contamos de nuestra idea y con quien tuvimos una excelente acogida, en una relación ‘win-win’, en la que ambos ganamos. En este caso,  no salimos a decirle a SQM que el potasio es importante y que nos apoyen por eso, sino que les ofrecemos la posibilidad de un trabajo en conjunto en donde nosotros desarrollamos nuevos conocimientos, que nos interesa para buscar soluciones de salud pública y ellos tienen la posibilidad de acceder a importantes mercados internacionales para el potasio, no sólo como fertilizante, como ahora, sino que también como una buena opción de alimento para las personas”.

Formalizar la relación
El Dr. Vío, que desde el año 1991 viene desarrollando publicaciones relacionadas con el potasio, cree que este tipo de relaciones son las que necesitan ser explotadas en nuestro país y que no son la tónica, en circunstancias que son muy frecuentes en naciones más desarrolladas. “Necesitamos que se produzcan nuevos tipos de encuentro entre agentes que tengan intereses comunes y que puedan hacer innovación en conjunto. Nadie espera que uno le haga favores a otro, se trata de buscar, con ingenio y astucia, nuevos conocimientos, formar a mayor cantidad de personas y tener mejores laboratorios”.

En este contexto, el destacado académico piensa que Chile requiere de mayor cantidad de ejecutivos que se den el tiempo –como Patricio Contesse- para escuchar las propuestas que puedan realizar los diferentes centros de investigación, porque, asegura, que existe una buena cantidad de ideas y proyectos en beneficio de la gente que podrían ser apalancados por el sector privado.

En el caso del CARE Chile UC, el investigador cuenta que han presentado más de 10 patentes y que la Universidad Católica está creando una importante estructura para ayudarlos a patentar, lo que agradece y valora, pero estima que el rol de un centro como el CARE no debiera ser el estar persiguiendo recursos para sus investigaciones y que debiera existir la figura de los “brokers científicos” que existen e otros países, los que se encargan de generar el vínculo entre estos dos mundos. “En mi caso, me ha tocado desempeñar ese papel y por mi experiencia, no me resulta difícil hacerlo, pero no es la idea. Por eso es necesario buscar la manera de institucionalizar la relación entre ambos sectores y así lograr que la transferencia tecnológica se lleve a cabo de manera fluida y sin la necesidad de requerir esfuerzos personales aislados que pueden o no resultar”.

Respecto de lo que puede sentir el sector privado cuando se le acercan con propuestas como ésta, el Dr. Vío asegura que es necesario que tanto ellos como el resto de la sociedad pierdan el temor a lo desconocido y vean que este tipo de trabajos se relaciona con buscar soluciones a problemas cotidianos que la gente ve de cerca todos los días. “Cuando existe el respaldo de instituciones serias, como la Universidad Católica y las investigaciones son explicada en forma sencilla, por lo general hay una muy buena recepción y a uno se le abren las puertas. De igual modo, los investigadores tienen que aprender a hablar de manera sencilla sobre sus trabajos, porque cuando se da así, la acogida es muy buena en sectores políticos, empresariales y en la misma prensa”.

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