Según estudio del BID:

América Latina está rezagada en ciencia, tecnología e innovación

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Las estrategias de las empresas más innovadoras de Chile
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Las estrategias de las empresas más innovadoras de Chile

En la antesala de entrar al “Año de la Innovación”, contar con empresas que privilegien desarrollar procesos innovadores, puede hacer la diferencia para vivir en un país más cercano al desarrollo. En ese contexto, conocer de qué manera las compañías más jugadas con la innovación y el …

14/11/2012Agregar «Las estrategias de las empresas más innovadoras de Chile» a los favoritos

Mientras pugnan por abordar inquietudes tanto globales como nacionales, los países de la región comienzan a reconocer la importancia de la innovación, no solo para el crecimiento económico a largo plazo y el desarrollo, sino también para el bienestar de la sociedad.

Así lo señala el informe “Señales de competitividad de las Américas 2012 (PDF)” presentado en la inauguración en Colombia, durante el VI Foro de Competitividad de las Américas. El documento se dio a conocer durante la Reunión Anual de la Red Interamericana de Competitividad (RIAC), coordinada por Colombia con el apoyo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

En el documento, existe un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) llamado “El panorama de la innovación en las Américas”, donde se indica que si la región fortalece sus destrezas tecnológicas, los países podrán reorientar sus economías para alcanzar un círculo virtuoso de crecimiento de la productividad, actividades de mayor valor agregado y mejores estándares de vida.

Pero el tema clave para el organismo es que en casi todas las dimensiones relevantes del panorama de la ciencia, tecnología e innovación el desempeño de los países de la región es sustancialmente inferior al de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea, así como al de economías emergentes como China, India y algunos países de Europa Central. Es importante evidenciar la impactante heterogeneidad de la región latinoamericana. Brasil (y en cierta medida Argentina, Chile y México) han comenzado a desarrollar un perfil tecnológico más cercano al de las economías avanzadas, mientras que el resto de la región sigue bastante rezagado.

El BID precisa que mientras de 1999 a 2009 la participación de los gastos en I+D en el Producto Interno Bruto (PIB) creció sistemáticamente en las economías avanzadas, en los países de América Latina y el Caribe las mejoras fueron modestas en promedio. Según cálculos de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), en 2009 las inversiones en I+D de la región equivalían al 0,69% del PIB, mientras que en 1999 representaban el 0,55%. Durante ese mismo período, los países de la OCDE aumentaron su intensidad de I+D del 2,16% al 2,40%3. Además, en América Latina y el Caribe las iniciativas para mejorar la inversión en I+D se concentran en unos pocos países. En 2007, el 60% de los gastos en I+D de la región se realizó en Brasil, país con la más alta intensidad de I+D en la región con un 1,09% del PIB.

También en términos de niveles de ingreso, la mayoría de los países latinoamericanos siguen registrando una baja intensidad de I+D. En otras palabras, invierten considerablemente menos de lo que se anticiparía deberían invertir según su nivel de ingreso.

Para el organismo, otra característica de América Latina y el Caribe es la escasa participación del sector privado en la innovación. El financiamiento de la I+D y su desempeño continúan sumamente concentrados en instituciones públicas (organismos gubernamentales y universidades) y constituye un 59% de la inversión total, mientras que en la OCDE la cifra es del 35%. Las diferencias en materia de capital humano son igualmente sustanciales.

En materia de desempeño científico y tecnológico existe también un rezago en la región. América Latina y el Caribe generan menos de 50 publicaciones científicas por cada millón de habitantes, lo que contrasta con las más de 300 que se publican en las economías avanzadas. El escaso número de patentes registradas es una directa consecuencia de la baja vinculación de los investigadores en el sector productivo. Otro problema que se presenta es que las industrias no reconocen la importancia de la investigación para el aprendizaje y la innovación.

En conclusión, los países de la región siguen rezagados en cuanto a capacidades científicas, tecnológicas y de innovación. El déficit más drástico en la inversión en I+D se observa en el sector empresarial. Algunos de estos problemas se deben a la incapacidad del mercado para ofrecer financiamiento e incentivos suficientes para la innovación. Esta situación pone de relieve la necesidad de un diseño eficaz de políticas y de nuevos enfoques de política pública.

Sin ignorar la necesidad de un entorno macroeconómico (y microeconómico) favorable, la política pública debe entonces abordar la frágil articulación de los sistemas nacionales de innovación, las necesidades de las PyMEs y la creación de nuevas empresas, así como buscar un mejor equilibrio entre la investigación básica y la aplicada (más orientada a solucionar problemas locales y a atender demandas de la industria) y fomentar la difusión de las TIC. También se necesitan mayores progresos en la generación e implementación de marcos regulatorios adecuados para la innovación.

 

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