El emprendimiento, más que una disciplina es una actitud frente a la vida. No solo va entregar ventajas  y beneficios a los jóvenes cuando tienen que tomar la decisión al término de sus estudios superiores, si optan por trabajar de manera dependiente o  asumir el desafío de emprender. El emprendimiento se puede transformar en una plataforma de movilidad social, donde la pasión, las ganas y el entusiasmo se mezclan con la racionalidad y el conocimiento generando una mezcla atractiva de valores que les permite a los jóvenes asumir el desafío de avanzar en sus proyectos. Es verdad que no es fácil cuando enfrentan el camino, algunos tienen más redes, contactos, que son amigos, familiares, conocidos que los pueden apoyar, bien sea por que su relación es familiar o de sus vínculos sociales.

Pero hay una gran cantidad de jóvenes, la mayoría, que no han tenido estas opciones y para ellos se les presenta doblemente más desafiante el esfuerzo por salir adelante, aquí conceptos como rescilencia, autoestima, energía y optimismo son vitales para avanzar en sus proyectos. Jóvenes que estudian en un Centro de Formación Técnica, un Instituto o incluso en Universidades Tradicionales, muchas veces no tienen esas redes, pero deben hacer frente para avanzar en sus proyectos.

El tema que nos desafía es cómo organizamos una red de apoyo y de colaboración para todos ellos, cómo podemos generar canales de comunicación y coordinación para que se apoyen mutuamente, de qué manera acercamos a los inversionistas, mentores, Venture Capital a sus proyectos y también cómo los preparamos para hacer frente a ellos y no pierdan sus ideas, no olvidemos que el mercado es cruel y no falta quienes se aprovechan de él. Conceptos básicos de negociación, aspectos legales, protección de intangibles, temas que requieren ser considerados por todos estos emprendedores al momento de enfrentar el desafío de avanzar en sus proyectos.

Según se informó recientemente la creación de empresas llegó a 36.965  en los primeros ocho meses de este año, que supera en 50% el promedio registrado en el periodo enero-agosto de los cuatro años anteriores. Así lo da a conocer el estudio del informe "Doing Business", que mide la facilidad para hacer negocios en los distintos países y donde Chile subió desde el puesto 41 al 39, lo que se suma a la mejora desde el lugar 53 al 41 en la medición anterior. Este impulso está dado por efectos legales pero también por la fuerza y el entusiasmo que la nueva generación de jóvenes ven en el emprendimiento como la oportunidad para crear sus propias empresas y como una forma de gestionar su desarrollo profesional. Este tipo de iniciativas deben ser apoyadas y motivadas para que todos estos jóvenes avancen en la oportunidad de lograr sus aspiraciones de desarrollo y crecimiento profesional.