Expertos analizan las posibilidades de introducir este cambio:

Voto electrónico, ¿una innovación necesaria?

En plena era digital, donde gran cantidad de trámites y actividades se realizan de manera electrónica, algunos sostienen que es tiempo de avanzar e introducir esta innovación en nuestros procesos electorales, incorporando el voto electrónico, al igual que otros países. No obstante, también hay voces que ponen paños fríos a este entusiasmo y advierten algunos riesgos. El debate está abierto.

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José Orlandini, de Sonda: "Chile tiene la plataforma de tecnologías de la información y las comunicaciones suficientes para implementar todos los métodos de votación electrónica".

A escasas semanas de la próxima elección presidencial, parlamentaria y también de consejeros regionales, los chilenos se aprontan a vivir una nueva jornada eleccionaria, utilizando el clásico método del lápiz y papel que se ha ocupado siempre. Sistema que, pese a su histórico buen desempeño y fiables resultados, fue objeto de ciertas críticas durante las últimas elecciones municipales, donde figuraban entre los potenciales votantes personas fallecidas, además de denuncias de algunas irregularidades, como el extravío de votos en algunas comunas.

En este escenario y teniendo en cuenta que bien cerca de Chile algunos países se atrevieron a innovar e incorporar el voto electrónico, surge la pregunta si el país necesita y está preparado para modificar su sistema de sufragio. Un caso es el de Brasil, país que ha implementado un eficiente sistema de votación electrónica en sus elecciones de carácter nacional. Su sistema de voto electrónico es muy sencillo: cada partido político tiene un número específico al igual que cada uno de sus candidatos. A la hora de votar, en la pantalla aparece la foto y el número del candidato. Al terminar el proceso, el resultado se da al terminar las votaciones, cuando se emite el boletín de la urna electrónica. El voto electrónico se implementó en Brasil en 1996, año en que cerca del 32% de los votos fueron procesados por urnas automatizadas. Estas primeras máquinas de votación fueron desarrolladas por una asociación de tres empresas brasileñas: Omnitech, Microbase y Unisys.

En el año 2004 Venezuela se convirtió en el primer país del mundo en realizar una elección nacional con máquinas que imprimen el comprobante del voto. Recientemente, en el año 2012, el país caribeño volvió a marcar la pauta, cuando realizó la primera elección nacional con autenticación biométrica del elector y la posterior activación de la máquina de votación. Una vez que la huella dactilar del elector es autenticada, la máquina es activada para que el elector marque su voto directamente en la pantalla de la máquina o en la boleta electrónica. La opción seleccionada aparece en la pantalla y el elector tiene la posibilidad de confirmar su voto presionando la opción VOTAR. Este voto permanece almacenado de manera aleatoria en la memoria de la máquina y al final de la jornada queda plasmado en las actas impresas de totalización. Dichos votos se cotejan con los comprobantes físicos de la caja de resguardo en la auditoria posterior.

PEQUEÑAS GRANDES DIFERENCIAS

José Orlandini, gerente de la División Servicios de Integración y Outsourcing TI de SONDA, explica a Innovación.cl que existen tres mecanismos de votación electrónica, que según él son los que se encuentran implementados en diferentes lugares del mundo: el reemplazo de papeleta por equipo fuera de línea (Brasil). La persona concurre a su local de votación, tal como lo hace hoy en Chile, debe identificarse al llegar y luego vota presionando la tecla adecuada en el equipo. Al final del día de votaciones, los equipos son recolectados, llevados a un lugar central, y allí se “descargan” todas las transacciones y voto electrónico de las personas, y se traspasan a un repositorio central para conocer los resultados; el reemplazo de papeleta por equipo en línea (Venezuela), donde el elector también debe concurrir a su local de votación, luego identificarse al llegar (en forma manual o biométricamente) y luego vota presionando la tecla adecuada en el equipo. Explica Orlandini que en este caso, el equipo está conectado en línea con el centro de procesamiento central, por lo que el voto es recibido en forma inmediata en éste. Así, cuando la última persona votó, se conoce el resultado de la elección. Por último, destaca la fórmula con seguridad electrónica que independiza del equipo (Francia), en el cual no es necesario que la persona concurra a ningún lugar físico. Puede votar desde el computador, en su casa, o en cualquier lugar del mundo, siguiendo un protocolo seguro. Usualmente, se da un plazo de varios días y hasta semanas para efectuar la votación.

El cientista político Cristóbal Bellolio explica a Innovación.cl que el voto electrónico, que es el que se ha pensado implementar en Chile, a diferencia del voto por internet, no supone una aventura mayor ni un cambio tan drástico. “Sólo se reemplaza el papel y el lápiz por una pantalla que únicamente está dispuesto en los lugares de votación, lo que obliga a la persona a hacer todo lo que siempre ha hecho para ir a sufragar: saber cuál es el lugar de votación, la mesa que le corresponde e ir hasta allá”. Dice que en los países donde se ha llevado a la práctica esta modalidad, los tiempos de espera de los resultados se han reducido mucho, llegando a la casi instantaneidad. Asegura que tiene la gran ventaja de minimizar las batallas que se dan en los recuentos por los votos objetados y que queda la duda, a resolver, de qué pasa con los votos blancos y aquellos con marcas, pero válidamente emitidos.

Como cabeza del Servicio Electoral (Servel), Patricio Santamaría, explica a Innovación.cl que el acto del voto del ciudadano es sólo una parte del proceso electoral. “Sin dudas que se trata de una de las más relevantes, pero no la única. Por eso cuando pensamos en una modernización del servicio, hablamos de avanzar de manera integral y sistémica, entendiendo que estamos frente a un complejo proceso que va más allá del voto”. Y respecto de la entrega de los resultados, Santamaría cuenta que están avanzando a niveles no vistos antes. A modo de ejemplo, asegura que el próximo 17 de noviembre, en el minuto que le corresponda entregar los resultados, éstos estarán en la web a disposición de la población, cosa que antes no sucedía cuando los subsecretarios del Interior de turno hacían este trabajo. “Ahora, gracias un importante trabajo informático que estamos realizando, será todo mucho más rápido y en el mismo momento en que esté hablando ante todo el país, los resultados ya estarán en la página web y actualizándose en el momento con los resultados de las mesas que vayan llegando. Muy diferente de antes cuando recién en ese momento comenzaba el proceso de liberación de datos que tardaba varios minutos”. Dice que se trata de avances e innovaciones que dan valor agregado al proceso electoral.

UN PAÍS PREPARADO

Bellolio cree que las reticencias para implementar el voto electrónico no se justifican por cuanto califica este cambio como algo “no tan revolucionario” y dice que se trata de los mismos temores que había cuando en el pasado se enfrentaron nuevos retos en la materia. “Creo que todas las cosas que contribuyan a modernizar el sistema, son bienvenidas. No hay que tenerle miedo a sentir que no estamos preparados para un determinado cambio, porque se trata del mismo miedo que alguna vez hubo sobre si las mujeres estaban o no preparadas para votar, Y, seguramente que habrá problemas en la implementación, pero se tendrán que hacer los ajustes necesarios para que todo resulte bien y se vaya mejorando el sistema”.

En relación a una posible instalación del voto on-line o por internet, el máximo directivo del Servel piensa que se trata de una instancia que tiende a acentuar la brecha digital que existe en el país, marcada por el escaso manejo y conocimiento de mucha gente en relación a las nuevas tecnologías. Asegura que las elecciones se tratan de una jornada republicana en la que por una única vez cada cuatro años, todas las personas son iguales y que perder esa condición por desarrollar nuevas tecnologías podría llegar a ser contraproducente. “Hay gente que dice que es bueno ir avanzando y que un sector vaya tirando de esta carreta y que con el tiempo, todos van a terminar arriba de ella. Sin embargo, nosotros creemos que se trata de ejercer el derecho a voto y que nadie quede afuera por motivos de desconocimiento del sistema”.

Desde el punto de la posibilidad técnica de introducir esta innovación, José Orlandini dice que nuestro país está totalmente preparado para ella. “Chile tiene la plataforma de tecnologías de la información y las comunicaciones suficientes para implementar todos los métodos de votación electrónica. Obviamente, sería conveniente implementarlo en forma gradual, por ejemplo, permitiendo que coexistan ambos métodos por algunos años, tal como lo han hecho varios países desarrollados, pero además, es necesario tener en cuenta que el componente tecnológico es sólo una parte”. Explica también que esta moderna forma de votar genera un enorme cambio tecnológico que puede demorar años, lo que también conlleva una gran inversión e involucramiento por parte del Estado.

La seguridad que los votos electrónicos no sean alterados por terceros es también una preocupación a la hora de pensar en un cambio. El representante de Sonda cree que existe la suficiente tecnología para garantizar un muy alto nivel de seguridad, incluyendo autenticación biométrica. “Se trata de tecnologías que permiten establecer con mayor seguridad la identidad de los votantes, pero es necesario que las instituciones como el Registro Civil que poseen el repositorio central de Información de los ciudadanos evolucionen y tengan una capacidad tecnológica y de gestión superior a la que posee hoy”. Por eso advierte que es imposible garantizar que la información no puede ser adulterada. No obstante, dice que si Chile desarrolla una buena institucionalidad que resguarde los datos, “la actual tecnología permite garantizar que el riesgo de fraude sea muchísimo más bajo con mecanismos de votación electrónica que con mecanismos de votación manual”.

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