Diferencias y similitudes:

Radiografía a los emprendedores formales e informales de Chile

Pese a que se han implementado medidas para incentivar la formalización de las empresas, aún quedan desafíos pendientes en esta materia. En el siguiente análisis, presentamos una caracterización y comparación de los emprendedores según su situación de formalidad usando los resultados de la Tercera Encuesta de Microemprendimiento.

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En Chile existen 1.753.505 emprendedores. De este total, se ha determinado que un 51,6% corresponde a independientes formalizados (904.171) y un 48,4% a informales (849.097). Así al menos lo determinan los resultados de la Tercera Encuesta de Microemprendimiento 2013 (EME).

A partir de dichos resultados, la División de Estudios del Ministerio de Economía realizó una caracterización de los emprendedores según su situación de formalidad. Debido a que no existe un amplio consenso para definir cuándo un emprendimiento es formal o no, la caracterización de los emprendimientos según situación de formalidad, exige establecer un criterio. Para efectos de este estudio, se consideró que una empresa es formal si ha iniciado actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII) ya sea como trabajador independiente, persona natural, Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (EIRL), Sociedad de Responsabilidad Limitada (Ltda.) o algún otro tipo de sociedad.

Del total de emprendimientos formales (904.171), 28,4% inició actividades como trabajador independiente, 53,7% como personal natural, 14,5% como E.I.R.L o Ltda., y un 3,4% como otro tipo de empresa. Adicionalmente, un 18,5% lo hizo en los últimos 3 años, 35,2% entre los años 2000 y 2009, 22,7% en la década de los noventa, 14,5% en la década de los ochenta y el resto en años anteriores.

En cuanto al sistema contable llevado a cabo por el negocio, empresa o actividad, se puede observar que de los emprendedores formales, un 70,5% registra las cuentas a través de contabilidad formal, un 12,8% mantiene registros personales y un 16,7% no tiene ningún tipo de contabilidad. Dentro de los emprendedores informales en cambio, un 0,6% dice tener contabilidad formal, un 18,5% mantiene registros personales y un 80,9% no tiene ningún tipo de contabilidad.

Razones de informalidad

Entre los emprendedores informales, sólo un 2,3% está en proceso de formalización, un 25,9% ha considerado formalizarse pero aún no lo hace, un 70,7% no lo ha considerado, mientras que un 1,2% no sabe o no responde. Es por esto, que es relevante analizar las razones que explican el por qué no ha iniciado actividades en el SII y ver cuál es el grado de persistencia de éstas y así identificar dónde debe estar el foco al momento de incentivar la formalización de los emprendimientos.

En primer lugar, los emprendedores mencionan que el hecho que su empresa sea demasiado pequeña es la principal razón para no iniciar actividades en el SII, con el 38,8% de los casos. Luego, se tiene que el 24,1% de los emprendedores informales no ve beneficios en registrarse o que el registro no es esencial. Del 37,1% restante, destacan aquellas que tienen relación con el costo/dificultad del proceso de registro ya que podrían ser potenciales emprendedores formales que han sido desincentivados por la burocracia del proceso.

En particular, al considerar aquellos emprendedores que califican el proceso de registro como demasiado caro, toma mucho tiempo o no saben cómo registrarse, se tendría que un 11,7% del total de emprendedores informales podría formalizarse si se resuelven esos obstáculos. Si además, se asume que es por falta de información que los emprendedores no ven beneficios en registrarse o creen que el registro no es esencial, tal cifra podría aumentar a un 35,8%.

Luego, haciendo el ejercicio hipotético de que los potenciales emprendedores formales efectivamente iniciaran actividades y considerando que aquellos que ya iniciaron el proceso lo terminan, se podría llegar a una situación donde cerca del 70% de los emprendimientos son formales. Esto quiere decir que en torno a 324.000 emprendedores informales tienen potencial de formalización.

Por otro lado, si se analiza la distribución de los emprendedores formales e informales a nivel nacional, se tiene que la Región Metropolitana es la que concentra más emprendedores tanto formales como informales, con un 43,3% y un 33,7% respectivamente, y la que menos es la Zona Norte, con un 11,1% y un 12,4%. La Zona Centro representa por su parte el 31,2% de los formales y 27,8% de los informales, mientras que estas cifras para la Zona Sur son 14,4% y 26,1% respectivamente.

Respecto al sector económico, al analizar la distribución a nivel nacional se tiene que del total de emprendedores formales, tres sectores concentran casi el 60% de ellos: Comercio (34,6%), Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (14,2%) e Industrias Manufactureras (9,7%). Respecto a los emprendedores informales, se tiene que los sectores en los que estas empresas se concentran son: Comercio (31,9%), Industrias Manufactureras (16,7%), Agricultura (15,9%) y Construcción (11,5%).

En cuanto a la motivación para realizar el emprendimiento, las cuatro principales razones señaladas por los emprendedores tanto formales como informales son, en primer lugar, que querían obtener mayores ingresos (25,4% y 28,8% respectivamente), que encontraron una oportunidad en el mercado (18,6% y 11,1%), que preferían tomar sus propias decisiones (15,8% y 12,2%) y que lo hicieron por tradición familiar o herencia (11,2 y 14,2%).

Respecto al financiamiento para el inicio de la actividad, tanto el sector formal como el informal presentan como principal fuente a los ahorros propios, con cierta predominancia en los emprendedores formales con un 67,9% de los casos, mientras que en los informales es un 60,3%.

Al analizar los puestos de trabajo que crean los emprendimientos en el país, se encuentra una fuerte diferencia en relación a la situación de formalidad de las empresas. Al momento de comenzar el negocio actual, un 87,1% de los trabajadores informales no tenía ningún trabajador, mientras que el 66,8% de los formales se encontraba en dicha situación. Actualmente, del total de emprendedores informales, un 85,2% no tiene trabajadores empleados o contratados, mientras que esta cifra baja a 54,5% para el caso de los emprendedores formales.

En cuanto a los ingresos, los emprendimientos formales generan un mayor volumen de ventas. En este sentido, destaca que un 66% de los informales declara un nivel de ventas mensuales igual o inferior al sueldo mínimo, y el 98,5% serían microempresas. En cambio, en las formales, la participación en los distintos tramos de venta es relativamente uniforme hasta los $2,5 millones de pesos y más de 13% supera el tramo de pequeña empresa. Dentro de los factores que pueden influir en estas brechas de ingresos, está el nivel educacional alcanzado por el emprendedor, ya que se tiene que entre los emprendedores formales, un 12% terminó educación básica, un 44% educación media y un 45% educación superior, mientras que dichas cifras para los informales son de 39%, 48% y 13% respectivamente.

Por último, respecto a las características personales de los emprendedores se tiene que el 65% de los formales son hombres y 35% mujeres, mientras que esta proporción cambia a 59% y 41% para el caso de los emprendimientos informales. En relación a la edad, se puede apreciar que en el único tramo donde hay diferencias significativas es en los jóvenes entre 15 y 24 años, donde el nivel de informalidad es del 83%, lo cual es esperable dado su menor experiencia laboral y su mayor flexibilidad.

Descarga: Emprendimiento formal e informal en Chile (PDF)

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