Los desafíos de las aceleradoras de negocios en Chile

Todavía hay gente que confunde incubadoras de negocios con aceleradoras de negocios. Y aunque están relacionadas, tienen una gran diferencia: mientras las incubadoras reciben startups en etapas inciales para ayudarles a madurar la idea y llegar al modelo de negocio, las aceleradoras tienen como objetivo hacer que estas start-ups entren a las “ligas mayores”, lo que significa, que sean capaces de dar el segundo paso y transformarse en un negocio sustentable y duradero.

El énfasis de la aceleradora de negocios está en el crecimiento rápido y en ayudar a identificar los problemas organizacionales, operacionales, y estratégicos que pueden estar aquejando al negocio. Se puede entender como un servicio de asesoría de negocios holístico, que comúnmente contiene una semejanza fuerte a las prácticas de asesoría de  gestión empresarial tradicional, pero adaptadas a organizaciones medianas y pequeñas.

En los últimos años han aparecido nuevas aceleradoras: Wayra, The Founder Institute, BoombaCAMP, Link, Scaale Inc, Potencia Patagonia, Mujeres Empresarias, Magical Startups, entre las más destacadas, cada una de ellas enfocadas en sus propios nichos de emprendimientos a los que están apoyando.

Tadashi Takaoka, gerente general de Magical Startups cuenta a Innovación.cl que a pesar del auge de las incubadoras en nuestro país, éstas no han logrado siempre dar con un modelo sustentable que realmente impacte a las startups, donde se vea un progreso que nazca del apoyo a los emprendedores. “Motivos para ello, diversos: desde el desconocimiento de los creadores de estas incubadoras sobre el mundo emprendedor y las particulares reglas que las rigen, hasta focos y esfuerzos mal enfocados, donde hay mayor preocupación por hacer ruidos a través de eventos que a través de los resultados del proceso en las Startups”.

En este contexto, Takaoka explica que están apareciendo las aceleradoras en nuestro país, algunas de las cuales han hecho el camino de haber sido primero incubadoras y que estamos frente a un fenómeno relativamente desconocido. “Para muestra, un botón: en Chile, mensualmente, sólo se hacen 590 búsquedas con la palabra “incubadora” y 10 con la palabra “aceleradora”, lo que a su juicio delata un escaso conocimiento del rol que éstas cumplen.

A nivel global, el epicentro del movimiento que concentra las aceleradoras está en Silicon Valley, Estados Unidos, por donde han pasado o están hoy gigantes de la talla de Combinator, considerada una de las más destacadas del mundo. Y empresas chilenas que hayan destacado en las grandes ligas de aceleradoras internacionales, se cuentan con los dedos de una mano, con Welcu, empresa enfocada en la organización inteligente de eventos, que primero levantó capital con Tomorrow Ventures, fondo creado en 2009 por Eric Schmidt, ex CEO de Google, quien los llevó a 500 Startups, que analiza el potencial de la startup y analiza a fondo el perfil de los socios.

FALTA MUCHO POR APRENDER

Denise Mahias, gerente Club de Innovación, revela a Innovación.cl que las aceleradoras son clave para el desarrollo del ecosistema de innovación, no obstante, cree también que aún resta mucho por aprender y perfeccionar. “Un ejemplo de lo anterior es que aunque muchas están alojadas en universidades, en general no han sido capaces de integrar la generación de conocimiento de frontera de estas instituciones. Agrega que si bien están en todo el país y bastante diversificadas, la mayor parte de ellas pone mucho foco en los espacios o servicios básicos, cuando los verdaderos aportes para emprendedores debieran estar en desarrollar entrenamientos específicos, generar redes potentes de colaboración y poner el foco en soluciones innovadoras.

A su vez, Takaoka explica que los emprendimiento chilenos enfrentan hoy cuatro desafíos que no han podido sortear de buena manera hasta ahora: el primero, lo pequeño del mercado chileno, con 17 millones de habitantes, “lo que hace difícil generar a los early adopters que mantendrán al negocio en sus primeros dos años. Segundo; después de los fondos de Corfo, hay un desierto en inversión, pues hay pocos fondos de inversión y los emprendedores no saben cómo encontrarlos o presentar frente a ellos. Tercero; al tener pocos recursos, las startups tratan de ahorrar en los servicios que contratan, produciendo resultados finales de baja calidad y bajando su capacidad de competir globlamente. Por último, piensa que en Chile no existen mentores digitales que hayan construido una y otra vez una startup exitosa, por lo que nadie te puede indicar el camino de principio a fin desde su experiencia”.

Agrega Mahias que existen problemas de foco de trabajo y sectoriales más que de volumen o cantidad de aceleradoras en el país. Dice que contar con aceleradoras focalizadas en clusters pueden tener resultados más potentes, al tener una red que se retroalimenta y acelera la incorporación de experiencia. Asimismo, y mirando el tema en un contexto más amplio, la gerenta del Club de Innovación cree que en Chile las aceleradoras aún están en proceso de maduración, donde la posibilidad de internacionalización exitosa es aún difícil de vislumbrar. “Sin embargo, ya se está construyendo el primer espacio para que las startups accedan a redes de apoyo más allá de fondos del gobierno, donde se debe buscar la sustentabilidad más allá de recursos financieros estatales.”

LA VOZ DE UN “ACELERADO”

Matías Silva, es el creador de Ganando.cl, plataforma donde las marcas realizan concursos y luego pueden medir el impacto que éstos tuvieron en sus concursantes y en redes sociales. Esta herramienta les permite medir el retorno que tuvo la inversión de dinero y tiempo en cada concurso realizado.

Como emprendimiento de tipo digital acelerado hace poco tiempo, cuenta que su experiencia ha sido de dulce y de agraz. “Las aceleradoras en Chile, en el ámbito digital, llevan menos de tres años funcionando y probando modelos de aceleración, por lo tanto, los proyectos que nos unimos a alguna aceleradora hace uno o dos años, pagamos el costo de ser ‘conejillos de indias’ y muchas veces los modelos de aceleración que se proponían, no nos agregaban suficiente valor, estancando muchas veces el proyecto en sí”. De todos modos, destaca que las personas que hay detrás de las aceleradoras están muy motivadas con llevar proyectos chilenos a ser proyectos globales.

A la hora de analizar el estado de las aceleradoras en el país, Matías cuenta a  Innovación.cl que éstas viven hoy un estado de experimentación y de mucha iteración. “La gran mayoría aun no encuentra un modelo definido, que involucre a todos los actores en la cadena (emprendedores, inversionistas, mentores, networking, alianzas con grandes compañías, etc), y así lograr acelerar a los proyectos de manera global, que es lo que todos esperan.

Una crítica constructiva que hace Matías a las aceleradoras que hay en el país, es que “debieran invertir capital propio (A excepción de Wayra que sí invierte capital propio) en los proyectos como lo hacen las grandes aceleradoras en Estados Unidos, Brasil, Alemania y otros países, y así crear el proceso de “post aceleración’, que es la etapa posterior al proceso de aceleración, donde te siguen acompañando en el desarrollo de tu empresa”. Piensa también que un proyecto bueno no necesita de una aceleradora para ser exitoso. Dice que los escasos emprendimientos que lograron tener éxito global desde Chile (ArchDaily, Prey, Trabajando.com) no pasaron por ninguna aceleradora.

Matías piensa también que se necesita que la gente pierda el miedo y se lance a emprender, para que la creación de nuevas aceleradoras tenga sentido. También cree que las universidades en Chile tienen mucho que decir, ya que a los alumnos aun se les enseña que saliendo de la universidad tienen que salir a buscar trabajo y no se les enseña a que ellos también pueden crear sus propias empresas y dar empleo.

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