Expertos comentan anuncio presidencial:

Los alcances de un nuevo Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología

A comienzos de mes, durante el III Congreso del Futuro: “Mirando a Chile”, el Presidente Piñera reveló un plan para crear un Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, fruto de la fusión de la nueva Subsecretaría de Educación con las entidades dedicadas a las ciencia y tecnología en el país. Al respecto, especialistas analizan las implicancias de esta iniciativa que tendría una propuesta concreta antes del 11 de marzo próximo.

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No podemos imaginar llegar al desarrollo sin un ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

Considerando que nuestro país destina cerca del 0,4% del PIB a Investigación y Desarrollo (I+D), existe una clara preocupación por elevar dicha cifra y acercarla un poco a los niveles de los países desarrollados, donde ésta se ubica cercana al 4%. Por eso, el anuncio presidencial trae al ruedo, nuevamente, la discusión sobre los esfuerzos que realiza Chile en I+D. Iniciativa que es fruto del trabajo de la Comisión Asesora Presidencial en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación (C+T+i), encabezada por Bruno Philippi, que formuló al Presidente una serie de iniciativas destinadas a promover la ciencia y la tecnología en el país.

Durante el anuncio, Piñera recalcó la necesidad de tener una institucionalidad que promueva el desarrollo de la ciencia en Chile. “Acepto y reconozco que el Estado tiene un rol que no lo ha jugado en toda su magnitud, profundidad y plenitud”, dijo durante su discurso, que de inmediato generó opiniones al respecto. Durante la misma actividad, el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, si bien valoró el anuncio, afirmó que la posibilidad de crear el Ministerio de la Ciencia y la Tecnología “no es la panacea al problema y que tiene un trasfondo mayor“.

Desde la óptica de Fundación Chile, su presidente, Álvaro Fischer, cuenta a Innovación.cl que el anuncio es positivo, pese a que, en lo personal, no se considera partidario del aumento y proliferación de nuevos ministerios. “Creo que dado que tenemos un problema con la institucionalidad relacionada con ciencia, tecnología e innovación, la solución propuesta por la Comisión Philippi cuenta con una aceptación bastante transversal y siento que es lo mejor que se puede hacer ahora, básicamente porque mantener la situación actual no es una buena idea”. Por ello, estima que lo mejor que puede hacer el país es seguir las indicaciones de esta comisión, pues, a su juicio, detrás de ésta existe un importante grupo de personas “que pensó muy bien cada una de las necesidades que tiene el país en la materia”.

En la misma línea piensa Raúl Ciudad, ex presidente de ACTI, quien ha estado muy cerca de esta conversación en los últimos años, piensa que contar con una nueva institucionalidad es fundamental para el diseño de las estrategias del país en materia de I+D, ciencia y tecnología, “todas ellas fundamentales para el desarrollo del país”, dice.  Este ingeniero electrónico, experto en temas de tecnología, cuenta a Innovación.cl que es muy importante contar con una autoridad de alto nivel que le reporte al Presidente y que cuente con un presupuesto adecuado. “Desde la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (ACTI) promovimos ante distintos presidentes, que se aborde esta temática. Contar con una institucionalidad fuerte es necesario para producir cambios, de tal manera que Chile tome el camino hacia el desarrollo que han tomado otras naciones porque al desarrollo no vamos a llegar vendiendo mayor cantidad de commodities. Eso se hace a través de I+D”, reflexiona.

SEGUIR BUENOS EJEMPLOS

Arturo Herrera, fundador de INNSPIRAL, estima que estamos frente a una excelente noticia, pues estamos siguiendo el camino ya trazado por otros países, como Brasil que hace cerca de diez años cuenta con un Ministerio de Ciencia y Tecnología, con resultados han sido bastante positivos. “Esto es igual que cualquier empresa: si no hay alguien que se preocupe de monitorear de cerca este tema, finalmente, estaremos frente a esfuerzos que no van a ocurrir. Si ahora en Chile estamos promoviendo una institucionalidad que se encargue de velar por el adecuado desarrollo de la ciencia y la tecnología, creo que estaremos dando un paso adelante”. Piensa que un nuevo ministerio nos va a ayudar a mejorar y a medir un indicador en el que siempre hemos estado bajos en todos los rankings: el nivel de inversión en I+D respecto del PIB. Raúl Ciudad calcula que, dado que un proyecto como éste debe pasar por la discusión parlamentaria y luego entre en operaciones, los resultados de mejores índices de inversión en I+D debieran comenzar a verse en mediano plazo. Piensa que deberíamos llegar a lo menos a un 1,5% en unos ocho años, desde que este ministerio entre en funciones. “Creo que es una meta totalmente razonable”, asegura.

A juicio de Ciudad, este nuevo ministerio debiera contar con una Subsecretaría de Tecnología de Información y Telecomunicaciones, que albergue a una serie de instituciones como Conicyt y Corfo; además de una Subsecretaría de Educación Superior, tal como lo sugirió la Comisión Philippi. “Me gustaría ver que hubiese una sola autoridad que concentre todos los temas que tienen que ver con ciencia y tecnología. Un ministerio donde converjan una serie de organismos e instituciones que hoy están dispersos en distintas partes del sector público, como la modernización del Estado, hoy en manos del Ministerio Secretaría General de la Presidencia. También debiera albergar a alguna entidad que se encargue de ver los proyectos de inversión del Estado en materia de tecnología.

El presidente de Fundación Chile piensa que estamos frente a una propuesta bien pensada, “porque agrupa ciencia, tecnología e innovación con el capital humano avanzado, que son encadenamientos productivos de ámbitos que van juntos. Por lo tanto, está muy bien que todos ellos estén juntos en un mismo ministerio y separado del resto del Ministerio de Educación, que en la práctica, debería estar más preocupado de la prebásica y básica”. Destaca, además, que separa los ámbitos estratégicos del diseño de políticas y las agencias que elaboran e implementan esas políticas.

NO BASTA SÓLO CON UN MINISTERIO

Sin embargo, advierte Fischer que la sola creación de un ministerio, por muy buen paso que sea, no soluciona por sí solo todas las necesidades que tiene el país en la materia. Explica que el esfuerzo institucional es el que sienta las bases para que todo esto ocurra de manera armónica y mejor implementada, pero que ese cambio institucional por sí sólo no va a generar las prioridades que cada gobierno pueda tener. Sin embargo, estima que se trata de un esfuerzo que, de hacerse realidad, ayudará mucho. “Una mejor institucionalidad permite que el sistema funcione de manera más fluida, con los distintos organismos mejor coordinados. Pero el esfuerzo presupuestario tiene que venir del Ejecutivo y eso no va a ocurrir mientras el resto de la sociedad no reconozca la importancia que tienen estos temas para el desarrollo del país”. Recuerda que en la última campaña presidencial, los temas de ciencia y tecnología estuvieron completamente ausentes del debate. Idea que comparte Arturo Herrera, quien asegura no basta sólo con formalizar un nuevo ministerio. “No se trata de aumentar el gasto en I+D sólo por aumentarlo. Lo que debemos buscar a través de ese ministerio es que el conocimiento que se genere a través de esa inversión en I+D, finalmente se aplique en la industria para crear valor. Ahí está el fondo del asunto y es el fin que debemos perseguir.

El CEO de INSPIRAL explica que, junto con la creación de este ministerio, para avanzar en materia de ciencia y tecnología, nuestro país no debe tratar de convertirse en Corea del Sur e invertir en I+D para hacer mejores televisores LCD. “Nuestro énfasis debe estar relacionado con fortalecer las industrias en las que el país es fuerte, como la minería, industrias forestales o agroindustria. Debemos pasar de exportar commodities a exportar servicios con mayor valor agregado donde somos fuertes. Además, estima imprescindible redefinir los incentivos para los que hacen investigación, que hoy están relacionados con hacer publicaciones ISI. “Creo que sería un mejor incentivo el que las universidades estuvieran mejor conectadas con las empresas y que fruto de esa investigación, lo anterior se transforme en un buen negocio”.

Dicho diagnóstico lo comparte Ciudad, quien agrega que lo anterior explica el hecho que nuestros investigadores generen pocas patentes. “Este nuevo ministerio debería hacerse cargo del tema y generar un modelo más eficiente que tenga los incentivos puestos en otro lado, no en las publicaciones ISI”. Por eso, imagina que la nueva institucionalidad sea capaz de generar niveles importantes de exportación intelectual, en la minería y otros rubros, además de promover la creación de mayor cantidad de spin-off que aporten con mayor número de patentes al país. “Estamos frente a un paso necesario y positivo. No podemos imaginar llegar al desarrollo sin un ministerio como éste”.

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