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5 mitos sobre los emprendedores tecnológicos

Martes 02 agosto 2011
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Existe un estereotipo creado por Hollywood donde el futuro diamante de Sillicon Valley no supera los 30 años, es algo rebelde y se viste con ropa sencilla. Pero esta situación es muy lejana a la realidad, según Vivek Wadhwa, director del centro de emprendedores de la Universidad de Duke.

Estados Unidos. Mezclar una deserción universitaria inteligente, agregar una idea incubada en un garaje y sumar un capitalista de riesgo importante parece ser la base para tener un emprendedor tecnológico exitoso, al estilo Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg. Pero no todo resulta tan sencillo.

Aquel estereotipo creado por Hollywood, donde el futuro diamante de Sillicon Valley no supera los 30 años, es algo rebelde y se viste con ropa sencilla no deja de ser un cliché. Así al menos opina Vivek Wadhwa, director del centro de emprendedores de la Universidad de Duke, quien asegura que dicha imagen es muy lejana a la realidad. En su artículo “Five myths about entrepeneurs” publicado hace unos días por el Washington Post cuestiona algunos mitos sobre los aspectos relacionados a la creación de nuevos negocios.

Mito 1: el típico emprendedor norteamericano tecnológico no supera los 30 años

Tras analizar los antecedentes de empresarios estadounidenses, el hallazgo desacredita esta visión. Según una encuesta realizada a 549 fundadores de empresas, se pudo determinar que la edad promedio de estos emprendedores es de 40 años. Incluso el 60% estaban casados cuando lanzaron su primer negocio y un adicional 5,2% eran divorciados, separados o viudos. A su vez, el 60% tenía al menos un hijo, y el 43,5% tenían dos o más hijos.

Los empresarios se sienten motivados a tomar el riesgo de iniciar una empresa, porque se cansan de trabajar para otros y tienen ideas para nuevos negocios basados en la experiencia que obtuvieron trabajando para otros. En definitiva, la mitología de los jóvenes en el garaje se basa más en Hollywood que en Silicon Valley.

Mito 2: los empresarios son como los mejores atletas: nacen, no se hacen

“Inversores como Jason Calcanis proclaman que los emprendedores de éxito vienen de familias con iniciativa y suelen empezar vendiendo limonada de niños (…) Están equivocados. Nuestra investigación sobre emprendedores de éxito descubrió que el 52% fueron los primeros en su familia en empezar un negocio. Esto incluye a Bill Gates, Jeff Bezos, Larry Page o Sergey Brin. Sus padres eran profesores de universidad, abogados o burócratas”.

Inversores de Silicon Valley, como Jason Calacanis, aseguran que los empresarios exitosos provienen de familias empresariales. Y otros capitalistas dudan cuando profesores dicen que pueden enseñar a sus alumnos a ser empresarios.

Nuevamente están equivocados. Según la investigación, el 52% de los empresarios exitosos fueron los primeros en sus familias en iniciar un negocio, igual que Bill Gates, Jeff Bezos, Larry Page, Sergey Brin y Russell Simmons. Sus padres eran profesores universitarios, abogados, obreros o burócratas. Sólo alrededor del 39% tenía un padre emprendedor, un 7% tuvo una madre emprendedora, y algunos tenían los dos. Sólo una cuarta parte le entró el gusanillo emprendedor en la universidad.

Mito 3: los emprendedores no necesitan ir a la universidad

En Silicon Valley existe una beca llamada Thiel Fellowship que ofrece 100.000 dólares a estudiantes para dejar la universidad con el fin de montar un negocio. Según su fundador, Peter Thiel, la educación superior es demasiado cara e innecesaria, por lo que asegura que los jóvenes con visión emprendedora no necesitan perder su tiempo en la universidad.

Si bien es claro que algunas personas pueden ser exitosas sin tener una educación universitaria, la investigación refleja que los fundadores de empresas de ingeniería o tecnología suelen ser individuos con su educación completa. Incluso las estadísticas reflejan que, en promedio, las empresas fundadas por graduados de la universidad tienen el doble de ventas y trabajadores de las empresas fundadas por personas que no van a la universidad.

Asimismo, asistir a una universidad de élite no proporciona una ventaja significativa en el espíritu empresarial. Lo relevante es que el empresario obtiene un grado, es decir, la elección de la universidad no juega un papel importante en el éxito. A mayor educación del fundador, menor será la tasa de fracaso en los negocios y mayor es el negocio de las ganancias, ventas y el empleo.

Mito 4: Las mujeres no logran avanzar en el mundo tecnológico

Aunque representan un porcentaje muy pequeño de los emprendedores tecnológicos, cuando su negocio funciona, las mujeres tienen un índice de éxito igual o mayor que los hombres, según Wadhwa.

A su juicio, no se trata que las mujeres no tengan éxito en los negocios. De acuerdo con un estudio de la empresa de capital riesgo Iluminate Ventures, las compañías lideradas por mujeres son más eficientes y las empresas con financiación capitaneadas por mujeres suelen ganar un 12% más. El problema es más complejo. Pocas mujeres reciben apoyo de sus padres para estudiar ingeniería y cuando visitan oficinas de capital riesgo les hacen preguntas despectivas del tipo: “¿Cómo vas a gestionar una empresa cuando tengas hijos?”.

Mito 5: El capital riesgo es la clave para innovar

Según Wadhwa, la influencia del capital riesgo en el éxito de las startups está sobredimensionada. “Menos del 5% del capital riesgo se asigna a compañías en sus comienzos, los que más asumen el riesgo de crear productos innovadores. Nuestro análisis de más de 500 compañías en industrias de alto crecimiento encontró que solo el 11% utilizaron fondos de capital riesgo”, asegura.

La realidad es que el capital riesgo sigue la innovación. Estos inversionistas buscan empresas que ya cuentan con productos de trabajo y modelos de negocio probados. El capital riesgo no estimula la innovación, sino que quiere que se vea como una buena apuesta.

Fuente: Washington Post