Por qué y quiénes son las startups que mueren jóvenes

Columna de Clarisa Herrera. La firma CB Insights en base a los datos de startups compilados entre 2010 y 2013 intentó analizar y desentrañar por qué mueren estas compañías tan jóvenes.

Sin Comentarios

La muerte es parte de la vida pero para el ecosistema emprendedor las startups que pasan a mejor vida no son exactamente lo que tienen en mente cuando la tasa se eleva. Ya Harvard lo había vaticinado: el 75% de los startups fracasa y los muertos de Silicon Valley entierran a sus muertos de una manera muy silenciosa.

CB Insights en base a los datos de startups compilados entre 2010 y 2013 intentó analizar y desentrañar por qué mueren estas compañías tan jóvenes. Por un lado que la “muerte” de las startups es difícil de identificar dado que muchas de ellas están en lo que en la jerga del mercado se denomina “estado zombie” y los VC´s son muy cautelosos y prolijos a la hora de “sepultar” sus startups. Por otro lado, la cultura del emprendimiento resalta los éxitos y no señala los fracasos, situación que es errónea a la hora de mejorar tanto la calidad de los emprendedores como el ecosistema en general. Los principales indicadores apuntan que:

Internet, el cementerio: En cada año desde 2010, el 70% de todas las compañías que murieron pertenecen al sector de Internet, lo que hace perfecto sentido teniendo en cuenta que las mayores inversiones fueron para éste sector, aumentando proporcionalmente la posibilidad de que haya más fracasos en éste sector.

Mobile, el más volátil: De acuerdo con el informe, es el sector que más volatilidad presentó en términos de su share. Vale resaltar que si bien estas empresas son foco de atención e inversión por parte de los inversores, asimismo, son muy atractivas para el fenómeno denominado acqui-hire, es decir compañías que se vuelven atractivas para las grandes de la industria (Facebook, Google, Yahoo!; etc) no por su modelo de negocios sino por el talento.

La parca, antes del USD 1M: 55% de las startups que fracasan, levantan USD 1M o aún menos, y el 70% de las compañías mueren habiendo levantado menos de USD 5M lo que no sorprende justamente porque los estadios más tempranos son los más vulnerables respecto del mercado.

20 meses, el número a temer: 71% de las compañías que mueren vivieron menos de dos años después de su última ronda. Mientras algunas compañías pueden vivir hasta cinco años después de su última ronda (y recién ahí ser declaradas muertas oficialmente), el promedio indica que las startups mueren 20 meses después de su última ronda ante la ausencia de más inversión o de ser adquiridas. El promedio exacto es 16.5 meses, un poco menos de un año y medio. En comparación, según el reporte, un proceso de acquihired en promedio lleva 2-4 meses menos.

Alarma para Social y Marketplace: en términos de subindustrias con más tasas de mortalidad, éste es el ranking:

¿Qué pasa en LatAm? No tenemos un estudio tan pormenorizado, pero sí podemos decir que hay un problema vertebral en la región y es la falta de salidas en términos de IPO´s y adquisiciones. The Latin American Private Equity and Venture Capital Association (LAVCA) reportó unas 144 salidas en la region en los últimos tres años.

Una consideración para las zombies

Cuando hablamos de zombies, nos referimos a compañías que tienen capital para seguir adelante pero sin embargo, no están creciendo lo suficientemente rápido para levantar aún más capital u optar por un exit o saliendo a Bolsa.

En una especie de “limbo” donde los fundadores aún no quieren tirar la toalla, éstas startups se mueven entre opciones desesperadas que incluyen pivotear, reestructurar sus activos, adquirir otras herramientas o servicios para elevantar las ventas, consultoría o fusionarse con otras empresas que también están en problemas.

Exitround es una solución para estas startups en problemas porque es una plataforma que conecta startups en problemas con posibles compradores. ¿Cómo funciona? Le brinda a posibles compradores acceso a un base de datos de startups “en problemas” que estén interesadas en ser vendidas. La identidad de las startups se mantiene en secreto pero los compradores pueden ver algo de información, entre ellas la cantidad de dinero que llevan levantado. Si hay interés, los fundadores de la startup tienen acceso a la información de los posibles compradores y se puede avanzar en una negociación.

*Publicado originalmente en Pulso Social

Sin comentarios Deja tu comentario